Nos despertamos algo tarde, a las once de México pero la una de Argentina, que todavía es el horario que regula nuestro sueño. Lo que se dice un sábado habitual para nosotros. Desayunamos café y tostadas y terminamos de acomodarnos. El apartamento es cómodo, con cuatro habitaciones, un living comedor y cocina con lavadero. Tiene tres baños pero uno funciona como “closet”. La vista es hacia los jardines del predio, muy arbolados. Además es muy tranquilo, contrariamente a lo que sugieren las más de 900 unidades que tiene la Villa. A las 10 de la mañana no se escuchaba nada y eso que había abierto la ventana por el calor.
Alrededor de las 15 almorzamos todos milanesas con ensalada, menos Martín y Hanna que no están porque ya tenían compromisos. Después nos vamos a Coyoacan.
Vista desde la ventana del living mirando hacia la derecha...
... y hacia la izquierda.
El living
No hay comentarios:
Publicar un comentario